Las tensiones internacionales crecen en un mundo marcado por disputas geopolíticas y competencia por recursos. Los conflictos armados, las sanciones económicas y las alianzas fragmentadas generan incertidumbre y alimentan los temores de un posible camino hacia una Tercera Guerra Mundial .
En este escenario, Reino Unido busca recuperar protagonismo y posicionarse por encima de China y los Estados Unidos con una fuerte apuesta en su flota militar. El poder naval, que lo convirtió en una potencia histórica, vuelve a cobrar relevancia con un ambicioso programa de modernización.
El plan está orientado a otorgar a la Royal Navy mayor autonomía operativa. Su eje son tres buques logísticos de gran porte, diseñados para reabastecer portaaviones y fragatas en mar abierto. Así, se red