El viernes 19 de septiembre era todo caos para el equipo económico encabezado por Luis Caputo y el titular del Banco Central, Santiago Bausili. En los tres días previos, se habían perdido 1200 millones de dólares de las reservas internacionales. Las grandes exportadoras nucleadas en la CIARA CEC, con paciencia milenaria, esperaban el llamado del Ministerio de Economía , a sabiendas de que el 30% de la cosecha de soja 2024-2025 estaba guardada en los silobolsas de los grandes productores (en su mayoría), y de que sus espaldas financieras estaban garantizadas por sus casas matrices y los fondos de inversión al estilo BlackRock.
El llamado llegó. No necesitaron escuchar nada de Caputo. Sabían exactamente cuál sería el pedido. “Cuando tenés que negociar con estas empresas, son ellas las