Por Rafael Briceño

C HETUMAL, MX.— “Son muchos funerales. Nosotros en la iglesia recibimos a los muertos y es triste ver a las familias y a la sociedad consternada por lo que está pasando en Quintana Roo”, afirmó el obispo de la Diócesis Cancún-Chetumal, Pedro Pablo Elizondo, al hacer un llamado a las autoridades estatales y municipales para reforzar las estrategias de seguridad y contrarrestar la incidencia delictiva, que en los últimos meses registró un incremento.

“Escuchamos los informes y nos dicen que todo está bonito, todo está espectacular, pero en algunas cosas no estamos como nos dijeron. Es cierto que la gobernadora, Mara Lezama, y los presidentes municipales trabajan mucho, pero hay cosas que, si no se cuidan, van a afectar al turismo y de eso no hablaron nada”, expresó.

Consideró que la seguridad debe ser prioridad para el gobierno, sobre todo en destinos turísticos como Quintana Roo. “En estos tiempos tan complejos, la gente se asusta cuando Estados Unidos emite su alerta de viaje a sus connacionales. No está mal, pero alarma a la gente, y hay que redoblar esfuerzos porque el Estado no vive de otra cosa”.

El prelado señaló que todos los niveles de gobierno deben coordinarse para aprovechar los recursos de inteligencia, inversión económica, capacitación y mejora de sueldos con el fin de mantener un paraíso tranquilo y estable. “Tenemos un paraíso de arena, mar y selva, pero también queremos un paraíso social y humano donde la gente se sienta a gusto”, sostuvo.

Apuntó que Mérida, catalogada como la ciudad más segura del país, debería ser el modelo a seguir.

Asimismo, lamentó la tristeza de los familiares que acuden a los funerales de las víctimas de la delincuencia. “El caso de Mario Machuca fue el más reciente, pero así como ese hay muchos más. No sé si están haciendo algo, pero deben redoblar los esfuerzos y destinar recursos en ese rubro”, subrayó.

Finalmente, Elizondo destacó que la pobreza también golpea a la población, pues muchas personas acuden a la iglesia en busca de medicamentos o a asociaciones civiles en busca de alimentos. “Es gente que llega y no les va bien o les pasa algo y quedan marginados. Hay que buscar las formas de apoyarlos, pero sobre todo que tengan empleo y que aumenten los salarios”, concluyó. (Noticaribe)