En política, la moneda de cambio más valiosa es la confianza. Un gobierno que llega al poder con una promesa de cambio radical genera, inevitablemente, expectativas enormes.

Sin embargo, cuando la distancia entre la promesa y la realidad se convierte en un abismo en un tiempo récord, la consecuencia inmediata no es solo el desencanto, sino una erosión profunda de su capital político. El actual gobierno, que no cumple dos años en el poder, está escribiendo un manual sobre cómo alienar, uno a uno, a los pilares que lo llevaron a la victoria.

Este proceso no es aleatorio, sino que sigue un patrón preocupante. Comenzó con el sector más entusiasta y moderno: los "Pibes Cripto" , seducidos por la promesa de una dolarización que liberaría al país de la inflación. La estafa de "Libra" y el s

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