La esposa del activista trumpista asesinado se revela como una figura emergente, a medio camino entre política y religión, en el conservadurismo estadounidense

El gobernador de Virginia, Glenn Youngkin, se propuso el jueves pasado responder a la pregunta del millón de estos días en la derecha estadounidense: ¿Quién será el próximo Charlie Kirk? “Vosotros”, dijo Youngkin. “Todos vosotros”.

El político republicano se dirigía a un auditorio a rebosar en Virginia Tech, universidad en la que estaba previsto que hablara Kirk, líder juvenil MAGA (Make America Great Again) y aliado clave en la victoria de Donald Trump en las últimas elecciones por su poder de seducción del voto joven. Tendría que haber sido la tercera parada de la gira por diversos campus que empezó el 10 de septiembre en Utah

See Full Page