Con tono vehemente, el ministro Guillermo Alfonso Jaramillo puso sobre la mesa una cifra contundente, medio billón de pesos. Según sus palabras, ese dinero no está garantizando la sostenibilidad de los hospitales públicos, sino engordando las cuentas de las EPS, entidades que a su juicio llevan años dilatando pagos y trasladando la carga financiera a alcaldías y gobernaciones. “Si vamos a utilizar recursos, paguémosles a los hospitales públicos, que son los que siempre han tenido que afrontar los problemas”, señaló ante un auditorio expectante.

El ministro cuestionó con dureza la propuesta de crear un Consejo Nacional de Salud con facultades para definir tarifas, regular la UPC e incluso limitar las funciones constitucionales del propio Ministerio. Para Jaramillo, este diseño no solo “emp

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