“Es mi granito de arena”, suelen decir con humildad muchas personas tratando de simbolizar un aporte a algo que necesita de mucho más . Es una frase que tiene implícita la colaboración y nos hace sentir que, al menos, hicimos algo. La repetimos sin pensar demasiado, sabiendo que todos entenderán. Sin embargo, ¿cómo nos estamos refiriendo a nuestro aporte al mundo o a una situación particular?

Si nos atrevemos a cuestionar aquello que decimos y a considerarlo con otra consciencia, de seguro no usaremos esta frase nunca más.

La arena es materia pulverizada. Se compone de fragmentos de roca que, al juntarse, pueden formar un desierto inmenso. ¿Es de un desierto de lo que queremos ser parte? En los desiertos nada se enraíza realmente. Los granitos de arena no retienen agua ni nutrientes

See Full Page