El debate en torno a la posibilidad de dolarización suele girar en torno a la necesidad de contar con suficientes dólares para respaldar todos los agregados monetarios en pesos, especialmente el M3 o, al menos, el M2. Bajo esta premisa, si no se alcanza ese respaldo, el proceso sería inviable.
De aquí se desprende el equívoco cálculo que busca determinar el tipo de cambio de conversión dividiendo los agregados monetarios por las reservas internacionales , una metodología que evidencia profundas confusiones respecto a qué implica realmente una dolarización oficial y cómo debe implementarse. Ninguna teoría aceptada sobre el tipo de cambio lo define como el cociente entre agregados monetarios y reservas internacionales.
Como explicó Thomas Sargent hace más de 40 años, la capacidad de un