Victoria Federica de Marichalar y Borbón ha vuelto a colocarse en el centro de la tormenta mediática, esta vez no por sus romances, sus polémicas salidas nocturnas ni sus apariciones televisivas, sino por algo mucho más delicado: su vínculo con la trama empresarial de Juan Carlos I en Abu Dabi . La joven de 25 años, que en los últimos años se ha consolidado como influencer y rostro recurrente en el circuito social, aparece señalada como una de las beneficiarias de los movimientos financieros del emérito, siguiendo los pasos de su hermano Froilán.
Lejos de los focos y con un cumpleaños celebrado en discreción, la sobrina del rey Felipe VI habría recibido no solo la atención de las marcas de moda, sino también el apoyo económico de su abuelo. Una ayuda que no se trata únicamente de ge