CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Cada mañana se acerca sigilosamente a ella mientras duerme y con la ayuda de una linterna revisa que respire con normalidad. Luego le prepara un concentrado de croquetas, arroz cocido, zanahorias y manzanas que suele comer poco después de levantarse pasadas las 8 de la mañana.
Desde hace más de dos décadas Joel Frías Manríquez tiene a su cargo el cuidado de la osa panda Xin Xin, la última de su especie en Latinoamérica y una de las más longevas del mundo, en el zoológico de Chapultepec de la Ciudad de México.
A pesar de la complejidad de la tarea no lo ve como un trabajo y asegura que no lo cambiaría por nada.
“Aunque esté lloviendo… aunque esté haciendo mucho frío, prefiero estar checando los animales que estar metido en un escritorio”, afirmó el cuidador al hab