Dos “casualidades” en la sede de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Nueva York hicieron que el presidente Donald J. Trump reflexionara aún más sobre el nido de extrema izquierda y promotora del globalismo (agenda 2030) en que se ha convertido esta institución.
Se suponía que esta organización fuera para ayudar al mejoramiento humano y del mundo en todos los sentidos, pero en los últimos 15 años la ONU se dedica a gastar el dinero de los contribuyentes estadounidenses en políticas que atacan directamente el capitalismo occidental y al propio EEUU, el mayor donante anual de este organismo (820,4 millones de dólares).
Cuatro temas centraron la intervención del presidente Trump en el hemiciclo por más de 40 minutos: La invasión migratoria para desestabilizar a Occidente , la