Las primeras horas del domingo 28 de septiembre se tiñeron de tragedia en Grand Blanc, Michigan, Estados Unidos ( EE. UU. ), cuando un tiroteo seguido de un incendio se registró en una iglesia de los Santos de los Últimos Días (LDS, por sus siglas en inglés).
Imágenes y videos del ataque comenzaron a circular en redes sociales , mostrando el caos y la desesperación de los feligreses y vecinos de la zona.
La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi , confirmó los hechos y calificó lo ocurrido como un acto desgarrador: “Esta violencia en un lugar de culto es desgarradora y escalofriante . Les pido que se unan a mí en oración por las víctimas de esta terrible tragedia ” , expresó en un comunicado.
De inmediato, agentes del Buró Federal de Inves