Tras el pregón de la Mercè de 1996, a cargo del arquitecto Rafael Moneo, Pasqual Maragall tomó la palabra e invitó a no pasarse con el autobombo. “Barcelona está en situación de ser escuchada, pero también en situación de escucharse con cierta inquietud”, aseveró. El alcalde abrazaba con fuerza a la patrona, pero no quiso dejar pasar la oportunidad de recordar que la ciudad necesita madera para seguir latiendo. Ayer, 30 años después, se cerró la fiesta mayor del 2025, sin duda una de las más pacíficas y festivas de la era moderna, y aquella frase de Maragall viene muy a cuento para el balance: ha ido todo bien y hay que celebrarlo, pero ahora, en el arranque del nuevo curso político, toca ponerse a trabajar.
Barcelona está en situación de ser escuchada porque se ha convertido en una de la