Tenía que ser en Japón, en el mismo país, mismo Gran Premio y mismo circuito en el que celebró en 2018 su séptimo mundial con Honda, la que fue su casa. Tras ese título llegó otro con la marca japonesa y en 2020 ocurrió lo peor. Fue en Jerez, en casa, cuando rodaba más rápido que nadie, se fue al suelo en el tercer cambio de dirección en la curva sin nombre y empezaba una odisea para el piloto de Cervera. Una vuelta a destiempo, que él mismo reconoció posteriormente que fue un error, más lesiones, mucho tiempo apartado de los circuitos en el que incluso llegó a plantear bajarse de la moto y colgar el mono que tanto tiempo le había acompañado, pero no se rindió.

En 2023 volvió a participar en una temporada completa de la mano de Honda, pero con un futuro incierto en cuanto a rendimiento, n

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