Pero el marcador no mentiría al final: 31-19 , otro triunfo para los de Nueva York.
Todo empezó con un "deep ball" perfecto de Josh Allen hacia Khalil Shakir , quien recibió un pase de 43 yardas para el primer touchdown del partido. Sin embargo, lo que parecía un juego controlado se convirtió en un duelo ajustado cuando los Saints respondieron con dos anotaciones consecutivas. La defensa de Buffalo, aunque sólida, mostró breves momentos de vulnerabilidad.
El momento clave llegó en el cuarto periodo. Con apenas 7:07 en el reloj y una ventaja frágil de 21-19, Allen decidió tomar las riendas. En una jugada que ya se viraliza en redes, el mariscal rompió dos tacleadas, arrastró a tres defensores y avanzó 27 yardas antes de caer. "Fue pura determinación" , admitiría después el q