Cuando los integrantes de la Fundación Corazón Azul, una práctica organizativa de Sincelejo que tiene una lista de candidatos a la elección de los Consejos de la Juventud, llegaron a sus casas en la noche del pasado 3 de septiembre, a dos de ellos les entró una llamada de un número sin identificar en la que una voz desconocida les dijo que debían retirar su candidatura.
Esa llamada también le llegó al abogado Andrés Payares, el líder del movimiento, pero él no contestó, porque debido a su labor como defensor de los Derechos Humanos aprendió a desestimar las llamadas de los números que no tiene en su libreta de contactos. “Le pasó a dos compañeras, ambas menores de edad. Les dijeron que, si no se retiraban, les daban dos días para desaparecerse, porque podrían matarlas a ellas y a s