En el seno de la exclusiva Costa Brava catalana, un préstamo de alrededor de 150.000 euros, pensado para salvar un negocio familiar en Port de la Selva , ha acabado, meses después, en un auténtico misterio societario : ¿Cómo pudo un tercero asumir el control de la empresa en agosto de 2025 cuando la accionista mayoritaria había fallecido y el administrador estaba en coma?

La fiadora solidaria se quitó la vida, el marido se suicidó poco después y un conocido fiador de Girona irrumpió en esta escena para quedarse con el negocio y con el inmueble más valioso de la pareja.

Ante este escenario, el prestamista barcelonés —afectado directo y acreedor del préstamo de 150.000 euros — ha acudido a los tribunales para defender su posición y recuperar el importe prestado.

Un primer

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