“¡Pre-si-denta, pre-si-denta, pre-si-denta!”, era el grito que alentaba la gobernadora Maru Campos al llegar frente a las gradas del Estadio Juárez, tras atravesar buena parte del diamante por donde comienza el jardín derecho. Así finalizaba el acto presidencial de Claudia Sheinbaum de casi una hora.
La mandataria estatal de traje blanco y blusa verde y bordados estilo rarámuri; la jefa del Ejecutivo Federal con vestido negro de coloridos detalles florales en la parte superior, caminaron un buen tramo antes de despedirse de la gente que todavía aguardaba para tratar de tomarse selfies con ellas.
Así despidió la chihuahuense a Sheinbaum Pardo, tras la cortesía presidencial de reconocer a Maru pese a las diferencias políticas y sus posturas ideológicas distintas.
“Podemos tener posiciones