Por Tirso Benavides Benavides
Quienes transitan la circunvalar al Galeras pueden observar una escena que se ha hecho parte del paisaje desde hace unos meses. Se trata de una manada de perros que se asoma a la vera del camino, siempre en número cambiante que supera la decena, en donde siempre hay cachorros y hembras en estado de preñez. Esto ocurre específicamente en el tramo entre El Cebadal y Yacuanquer, en cercanías del puente sobre la quebrada la Magdalena, afluente que marca el límite con el municipio de Tangua.
La situación preocupa, sobre todo por el bienestar de estos animales. Pasan los días y no existe ningún control, corriendo el riesgo de que estos caninos se conviertan en perros ferales o en proceso de serlo. Se designan bajo esta definición aquellos animales que vuelven a un