El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo , quiere enarbolar la bandera de la centralidad política, situando su plan migratorio presentado este fin de semana en la Región de Murcia entre los postulados que defienden el PSOE, por un lado, y Vox, por otro. Desde el Gobierno, sin embargo, se trata de un paso más para mimetizarse con la ultraderecha al calificar su discurso como una reacción a su competición con Vox. "Los inmigrantes necesitan respeto, merecen dignidad, son seres humanos", arremetía la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, para defender la integración frente a los discursos que califica de odio, al asociar con “sutiliza” inmigración con delincuencia. Como vienen haciendo durante los últimos días en el Ejecutivo, Montero avisaba sobre las consecuencias de alimentar a l

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