Cuando el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, se reúna con el presidente Donald Trump en la Casa Blanca el lunes, hablarán de un Medio Oriente que ha experimentado un cambio radical.

El presidente de Estados Unidos afirma que es probable que se llegue a un acuerdo para poner fin a la guerra en Gaza. Pero lo que se ofrece es políticamente problemático para Netanyahu, y así como la región se ha transformado, también lo ha hecho Netanyahu. Su drástico cambio de enfoque dificulta aún más predecir el futuro.

Durante dos años, aviones y fuerzas especiales israelíes han llevado a cabo misiones audaces, atacando objetivos que antes se consideraban intocables, y las capitales regionales, desde Doha hasta Teherán y Damasco, llevan las cicatrices de la promesa de Netanyahu de remodelar M

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