Problemas de GPS, falsas alertas, un trasvase de información cuestionable... son solo algunas de las múltiples incidencias que se detectaron durante casi un año con el sistema de pulseras antimaltrato, después de que el Ministerio de Igualdad adjudicara su gestión a una nueva empresa. Un cúmulo de fallos que tanto jueces, como trabajadores del servicio, asociaciones de víctimas y policías venían advirtiendo, pero que no ha salido a la luz hasta ahora, poniendo en entredicho un sistema ideado para mantener alejado al agresor. Por él han pasado más de 21.000 víctimas desde su creación, en 2009, y los profesionales defienden que, bien gestionado, es eficaz y necesario para proteger a las mujeres. En ese punto también hace hincapié Igualdad, que, al inicio de la polémica negó haber tenido cons
Los fallos en las pulseras, un secreto a voces en Igualdad: "Se hizo la prueba piloto con las víctimas"

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