El 70% de los inmigrantes que ingresaron en estos centros lo hicieron por no tener permiso de residencia en España
Sami llevaba 20 años viviendo en Galicia junto a su esposa y sus tres hijas españolas cuando en 2022 recibió una orden de expulsión por una infracción de seguridad vial y antecedentes penales, ya cumplidos, de hace 10 años. El tunecino de 48 años fue detenido en su casa en 2024 y trasladado a un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) . Después de estar 57 días internado se autolesionó para evitar ser separado de su familia. Aunque fue liberado, tres meses después, cuando dejaba a una de sus hijas en el colegio, fue detenido y expulsado a Túnez, con una prohibición que le impide entrar a España por cinco años, reducida a dos tras un largo proceso legal. Su historia es