El trágico tiroteo contra un centro de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en Dallas, estado de Texas, resultó en el fallecimiento de un migrante y la hospitalización de otras dos personas. Uno de los migrantes heridos, oriundo de México, tiene un bebé a días de nacer , y su esposa pasa sus tardes en su compañía mientras espera la llegada del hijo .

Herido por entre ocho y nueve disparos tras la dramática balacera , Miguel Ángel García Hernández permanece internado, sus muñecas atadas y sus pies esposados a la cama del hospital, pese a que depende de máquinas que lo mantienen con vida. A días de dar a luz, su esposa, de nombre Stephany Gauffeny, acude dos veces por día a visitarlo, ya que las autoridades le permiten permanecer junto a

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