El Ejército Popular de Liberación (EPL) de China mostró a principios de este mes parte de su ambicioso poderío militar durante el megadesfile conmemorativo del 80.º aniversario de la victoria en la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa y el fin de la Segunda Guerra Mundial. Además de presentar por primera vez su triada nuclear , también se exhibió una nueva variante del misil balístico de alcance intermedio Dong Feng-26 (DF-26), apodado el 'Guam Killer', que podría suponer una amenaza a EE.UU. en caso de un conflicto abierto por Taiwán.

El nuevo DF-26D puede transportar ojivas nucleares  con un alcance de más de 5.000 kilómetros . Se caracteriza por su largo alcance, alta precisión, aptitud para penetrar defensas enemigas y una rápida capacidad de respuesta, lo que lo convierte en la fuerza de ataque de largo alcance del EPL, recoge  Global Times .

Aunque hay pocos detalles confirmados, los analistas lo consideran un misil antibuque diseñado para atacar activos navales estadounidenses —como portaaviones e instalaciones portuarias— en el oeste del Pacífico.

¿Por qué le dicen el 'Guam Killer'?

Este proyectil es conocido como el ' Guam Killer ' (el 'asesino de Guam', en español), puesto que sería el primer misil balístico convencional chino capaz de  alcanzar la estratégica isla de Guam , territorio estadounidense que alberga importantes bases en el Pacífico y podría desempeñar un papel clave en un conflicto en el estrecho de Taiwán.

Si bien el DF-26 se ha considerado durante muchos años un arma de capacidad dual, con funciones nucleares y convencionales, el desarrollo de una variante optimizada para misiones de ataque marítimo ampliaría aún más su versatilidad operativa , indica Defense Blog .

Desafío a la hegemonía de EE.UU.

Por su parte, el portal especializado The National Interest advierte que este nuevo armamento  erosiona significativamente la proyección de poder estadounidense en áreas vitales del Indopacífico . "Al amenazar a los portaaviones con mayor intensidad y a mayor distancia, el DF-26D ha obligado a la Armada estadounidense a planificar combates mucho más allá de las distancias de seguridad", se señala.

Además, supone un desafío para las defensas antimisiles estadounidenses, lo que exige inversiones en interceptores hipersónicos y sensores espaciales, lo que desvía recursos de otras prioridades y socava la capacidad de disuasión estadounidense .