El día después de las grandilocuentes palabras del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciando la “paz eterna en el Medio Oriente” como objetivo final de su plan de 20 puntos para acabar con la guerra en Gaza, y la cara de palo del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, Israel amaneció con las reacciones políticas locales, en su gran mayoría, positivas.

en un plazo de 72 horas de la aceptación por las partes, la liberación de cerca de 2000 presos palestinos, entre ellos 250 con cadenas perpetuas, el desarme de Hamás y la retirada gradual de Israel de Gaza, seguido de una autoridad transicional de posguerra encabezada por el propio Trump y el británico Tony Blair.

La nota discordante en el mar de elogios israelíes e internacionales al plan fue una extensa publicación en

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