La tensión militar vuelve a sentirse en las inmediaciones del Ártico después de que cazas de combate de Estados Unidos se vieran obligados a despegar para interceptar a un grupo de cuatro aviones de guerra rusos que operaban cerca de las costas de Alaska . El encuentro se produjo en la Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ), un área de vigilancia que se extiende más allá del espacio soberano de un país y que permite a las fuerzas armadas disponer de un mayor tiempo de reacción ante posibles incursiones no autorizadas.
Asimismo, la operación de respuesta estadounidense implicó un despliegue de envergadura, con un total de nueve aeronaves movilizadas. Entre ellas se encontraban cazas F-16 y varios aviones cisterna de reabastecimiento en vuelo, cruciales para sostener misiones de l