**¡Corte de Moquegua se une a la lucha contra la violencia escolar!** La Corte Superior de Justicia de Moquegua ha llevado a cabo una jornada de capacitación para estudiantes y docentes de la Institución Educativa César Vallejo, en el distrito de San Cristóbal–Calacoa, provincia Mariscal Nieto. Esta actividad se realizó con el objetivo de sensibilizar a la comunidad educativa sobre la prevención de la violencia de género, la violencia familiar y el bullying escolar, problemáticas que afectan gravemente a niños, niñas y adolescentes en la región. El presidente de la Corte Superior, Dr. Jorge Guillermo Fernández Ceballos, y el juez superior Dr. Rodolfo Sócrates Najar Pineda, participaron activamente en la jornada. Compartieron dinámicas y casos prácticos para ayudar a los escolares a identificar situaciones de riesgo y conocer los canales de ayuda disponibles en el sistema de justicia. Simultáneamente, los docentes recibieron una charla especializada sobre los protocolos de actuación ante casos de violencia escolar. Se destacó la importancia de su rol como agentes de cambio para prevenir y erradicar conductas violentas tanto dentro como fuera de las aulas. La Corte Superior de Justicia de Moquegua está comprometida con la promoción de estas actividades, en el marco de su política de justicia inclusiva y cercana a la ciudadanía, enfocándose especialmente en los sectores más vulnerables. Por otro lado, la violencia escolar en Perú se ha convertido en un problema alarmante. En lo que va del 2025, se han reportado más de 10 mil casos, según el portal SíseVe del Ministerio de Educación (MINEDU). Esta situación afecta el bienestar emocional, físico y académico de los estudiantes. Expertos en psicología y educación subrayan la necesidad de un enfoque integral de prevención, donde padres, docentes y la comunidad asuman responsabilidades compartidas. Javier Rojas, Coordinador de Bienestar del Colegio de la Inmaculada, enfatiza que "el ejemplo de los padres es determinante". Rojas advierte que si un niño crece en un entorno donde los conflictos se resuelven con gritos o indiferencia, será complicado que aprenda a gestionarlos pacíficamente. Además, señala que los conflictos no solo dejan huellas emocionales, sino que también afectan la autoestima y el rendimiento académico de los niños. La violencia escolar no se limita a las calles; también se manifiesta en las aulas, patios y redes sociales. Los gestos hirientes, apodos, silencios excluyentes y comentarios burlones pueden dejar cicatrices invisibles que impactan el desarrollo emocional y social de los menores. Rojas concluye que "la verdadera fortaleza está en resolver los conflictos con respeto y no con violencia". Para ello, es fundamental que padres y docentes trabajen juntos, fomentando el diálogo y la empatía. Desde los hogares, se deben reforzar hábitos de comunicación respetuosa, y desde las escuelas, crear entornos seguros e inclusivos que promuevan la prevención de la violencia.
¡Corte de Moquegua se une a la lucha contra la violencia escolar!

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