Desde primera hora de la mañana, centenares de colegios electorales abren sus puertas y miles de catalanes acuden a votar. De inmediato, la Policía Nacional y la Guardia Civil, por orden judicial, irrumpen para impedir la votación. Los agentes incautan urnas y papeletas y realizan cargas en varios puntos de Cataluña. El resultado son unas polémicas imágenes que dan la vuelta al mundo.

Para los partidos independentistas, Junts, ERC y la CUP, el 1 de octubre simboliza el ejercicio de un derecho democrático. Carles Puigdemont, entonces presidente de la Generalitat, proclama que el Estado español “pierde” y que los catalanes “ganan”, mientras Oriol Junqueras, vicepresidente, asegura que se ejerce el derecho a voto. Desde la CUP, Anna Gabriel sostiene que este día pasará a la historia como

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