Anja Niendringhaus fue una de las fotoperiodistas de guerra más reconocidas internacionalmente. Se abrió paso entre sus compañeros hombres y cubrió junto a ellos los conflictos de los Balcanes, Irak, Libia o Afganistán. Sus fotografías, inquietantemente humanas, mostraron al mundo el alma sufriente del lado menos conocido de las guerras y, por ello, obtuvo el premio Pulitzer en 2005, junto a nueve compañeros de su agencia. Su talento y personalidad se acabaron hace once años en un ataque en Afganistán.

El 4 de abril de 2014, Anja y la reportera de la agencia AP, Kathy Gannon, viajaban hacia el sureste de Afganistán, a la provincia de Khost para cubrir las elecciones presidenciales. Lo hacían bajo la protección de soldados y policías afganos. Esa parte del país era una zona segur

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