El gobierno de Eslovaquia ha conseguido dar un nuevo giro ultraconservador en sus políticas luego de que el parlamento aprobase este pasado viernes una enmienda que incluía medidas dirigidas contra los derechos LGBTIQ+. Entre otros cambios, el Estado europeo pasa a reconocer únicamente los derechos masculino y femenino, además de dificultar hasta hacer casi imposible la adopción de hijos entre parejas homosexuales.
La medida se enmarca en el acercamiento de Robert Fico, aliado de Putin, a las políticas del Kremlin. De manera similar, el primer ministro húngaro Viktor Orbán, también cercano a Moscú, ha impulsado una agenda que restringe los derechos de las personas LGBTIQ+ en Hungría. Ahora, Eslovaquia sigue el camino trazado por Rusia, quien declaró como terrorista el colectivo y censura