Han pasado 30 años, pero la afición del Barcelona no olvida. El conjunto azulgrana fichó en 1995 a un Luis Figo que, cinco años después, cambió de acera al Real Madrid en un movimiento sísmico en el mundo del fútbol. Florentino Pérez utilizó al futbolista como baza electoral y al consumarse su victoria presidencial se consumó también el traspaso del portugués. Tres décadas después, Figo se ha vuelto a reencontrar con la afición del Barcelona.

El luso, en calidad de embajador de la UEFA , se sentó en el palco de Montjuic para presenciar en directo el partido de Champions el equipo de Flick y el PSG de Luis Enrique . Su presencia no desembocó en lanzamiento de cabezas de cochinillo como antaño, pero sí en insultos, pitadas y cánticos en su contra. La grada de Montj

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