La investigación se originó a partir de una queja anónima que cuestiona su estilo de vestir y su actividad en plataformas digitales, señalando que estas conductas afectan el decoro de su cargo e incluso sugiriendo un presunto descuido de sus funciones judiciales.

En diálogo con Mañanas Blu, Cabrera aclaró que ninguno de los videos fue grabado en su despacho, sino en su vivienda: “Yo no bailo en el juzgado. Yo no tengo videos en mi despacho judicial. Estos videos que tienen el mismo fondo son en mi casa”, explicó.

La funcionaria, de 47 años y madre de tres hijos, rechazó los señalamientos y defendió su desempeño: asegura que mantiene altos índices de productividad en la evacuación de procesos y que lo que está en discusión no es su trabajo, sino su vida personal.

La controversia aumentó

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