Estaba asumida la extrema dificultad que para el Athletic entrañaba el comienzo de su andadura en la Champions y los resultados lo corroboran. Frente a Arsenal y Borussia Dortmund, sendas derrotas y un balance de goles muy negativo . Por si perder no fuese duro, el primer choque ya incluyó un desarrollo un tanto cruel que se repitió en el famoso Westfalenstadion, pero podría afirmarse que anoche ese cariz ingrato se cebó con el equipo de Valverde. Más allá de que el anfitrión se hiciese merecedor de la victoria por su pegada, no con el margen que señala el marcador, es de justicia ponderar la reacción de los rojiblancos en la segunda mitad, que dejó temblando la intimidante tribuna sur con todos sus ocupantes dentro.
Al Athletic le cabe el orgullo de haber discutido el resultado en ca