WASHINGTON (AP) — Los senadores demócratas cumplieron su promesa de rechazar cualquier iniciativa republicana de gastos que no extendiera o restableciera los beneficios de salud, eligiendo en su lugar forzar un cierre del gobierno. Ahora tienen que averiguar cómo salir de esta situación.

Pocas horas después del inicio del cierre, el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, afirmó que si los republicanos colaboran con ellos, "el cierre podría llegar a su fin muy rápidamente".

Pero eso no será fácil. La cúpula republicana —el líder de la mayoría del Senado, John Thune, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, y el presidente Donald Trump— han dicho que no negociarán ni serán "tomados como rehenes" por los demócrata s que exigen concesiones para reabrir el gobierno. El proyecto de ley contra el que votaron los demócratas era una simple extensión de financiamiento por 45 días, una iniciativa que, según ellos, no debería ser controvertida.

Aunque esa posición inflexible de los republicanos podría no durar mucho —hubo algunas conversaciones informales en el Senado el miércoles—, llegar a un acuerdo sería complicado. Por ahora, es sumamente incierto si las dos partes son capaces de encontrar terreno en común en las políticas de atención médica o sembrar suficiente confianza para que los demócratas cambien su postura.

Al mismo tiempo, un cierre prolongado podría ser cada vez más perjudicial para los demócratas. El gobierno de Trump ha amenazado con despedir a miles de trabajadores y apuntar a estados de tendencia demócrata. La Casa Blanca anunció el miércoles la suspensión de proyectos del metro y túneles en Nueva York, el estado natal de Schumer.

"Este cierre demócrata en realidad está retrasando el progreso en los temas que los demócratas dicen estar interesados", dijo Thune en el Senado el miércoles.

Los republicanos se sintieron alentados la noche del martes, cuando tres demócratas se sumaron a ellos para mantener al gobierno en operaciones: John Fetterman, por Pensilvania, y Catherine Cortez Masto, por Nevada, además del senador independiente por Maine, Angus King.

Los republicanos, que gozan de la mayoría, necesitan sumar a ocho demócratas para alcanzar los 60 votos necesarios para la aprobación en el Senado, dividido en una proporción de 53-47. El senador de Kentucky, Rand Paul, fue el único republicano que votó con los demócratas en contra de la medida.

Thune realiza repetidas votaciones en torno a la medida, la cual fracasó 55-45 el martes por la noche y nuevamente el miércoles por la mañana. Dijo que espera que, eventualmente, cinco demócratas sucumban ante la presión y apoyen el proyecto de ley "cuando se den cuenta de que esto es jugar con malas cartas".

Los republicanos siguen de cerca a varios demócratas moderados que parecían vacilar antes de emitir votos de "no" el martes por la noche, incluidos los senadores Jeanne Shaheen, por Nueva Hampshire, y Gary Peters, por Michigan. Ambos, junto con Schumer votaron para mantener el gobierno abierto en marzo pasado, mientras que muchos de sus colegas votaron a favor de un cierre.

Pero Shaheen y Peters votaron en contra el martes, después de extensas negociaciones con colegas de ambos partidos. Shaheen dijo posteriormente que "he estado en conversaciones intensivas con colegas de ambos lados del pasillo sobre cómo encontrar un camino a seguir y no veo la hora de trabajar con mis colegas republicanos para encontrar terreno en común".

Mientras algunos demócratas ya buscan una salida, otros dicen que necesitan resistir y luchar.

"A medida que la ilegalidad de Donald Trump va en aumento durante este cierre, debemos mantenernos fuertes, sin doblegarse", dijo el senador Chris Murphy el miércoles en redes sociales. "Defendamos algo. El pueblo estadounidense no quiere que financiemos la destrucción de su atención médica y la destrucción de nuestra democracia".

Las divisiones plantean un dilema para Schumer, quien recibió las críticas de los votantes de base y activistas en marzo pasado, cuando votó con los republicanos para mantener al gobierno en operaciones. Muchos demócratas en ambas cámaras han dejado entrever que cerrar el gobierno es su única herramienta de presión para luchar contra Trump y oponerse a sus políticas, incluidas las reducciones en salud y gastos.

"Enfrentarse a (Trump) en esto también le envía un mensaje sobre esos otros temas", dijo el senador Richard Blumenthal..

Los demócratas han exigido que los republicanos extiendan de inmediato los subsidios de salud para las personas que adquieren cobertura a través de los mercados de la Ley de Cuidado de Salud Asequible. Los subsidios ampliados, implementados por primera vez en 2021 durante la pandemia de COVID-19, están programados para expirar a fin de año, aumentando el costo de las primas para millones de personas.

Muchos republicanos han dicho que están abiertos a una extensión, pero quieren ver cambios. Otros republicanos, especialmente en la Cámara de Representantes, lo ven como una expansión inaceptable de la emblemática ley de salud del presidente Barack Obama, la cual los republicanos han intentado eliminar o reducir desde que se promulgó hace 15 años.

Johnson no se ha comprometido a mantener conversaciones al respecto y dijo: "Tiene que haber una reforma".

El Obamacare "es un sistema defectuoso", declaró Johnson a CNBC.

Thune ha dicho en varias ocasiones que los republicanos están dispuestos a negociar sobre el tema una vez que se reanuden las operaciones del gobierno.

Aun así, algunos republicanos comenzaron conversaciones informales con demócratas en el Senado el miércoles para discutir la posibilidad de extender los subsidios por un año y luego eliminarlos gradualmente. La idea, planteada por el senador republicano Mike Rounds, probablemente será rechazada por muchos republicanos, pero los demócratas dijeron que estaban entusiasmados con el hecho de que las dos partes sostengan un diálogo.

"Al menos estamos en la misma página, hablando sobre el mismo problema", dijo el senador Peter Welch después de la reunión en el Senado. "Así que considero eso como progreso, pero estamos lejos de donde tenemos que terminar".

Cierres anteriores demuestran que es difícil obtener concesiones importantes mediante un cierre de gobierno.

En 2018, el gobierno cerró durante tres días mientras los demócratas —liderados por Schumer— insistían en que cualquier medida presupuestaria incluyera protecciones para los jóvenes inmigrantes conocidos como "Dreamers" bajo el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia implementado durante el gobierno de Obama. Votaron para reabrir el gobierno después de que el entonces líder de la mayoría, Mitch McConnell, prometió únicamente llevar el tema a votación.

Más tarde ese mismo año, Trump forzó un cierre por el financiamiento de su muro fronterizo y se retiró después de 35 días debido a los retrasos cada vez mayores en los aeropuertos del país y los días de pago que perdieron cientos de miles de trabajadores federales.

El senador Ted Cruz y los representantes republicanos provocaron un cierre en 2013 por la ley de salud de Obama. Las negociaciones bipartidistas en el Senado finalmente pusieron fin al cierre luego de 16 días, y los republicanos no obtuvieron concesiones importantes sobre la atención médica.

"No creo que los cierres beneficien a nadie, y menos al pueblo estadounidense", subrayó Thune.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.