En el artículo anterior nos referimos a la necesidad de incorporar en los planes estratégicos a la inteligencia artificial (IA) como un motor de eficiencia, innovación y competitividad .
Sin embargo, esto que suena prometedor y que será ineludible en el futuro, está encontrando tropiezos ya que las estadísticas indican que en más del 80% de los casos de incorporación de IA no hay mayor impacto en resultados. También se piensa que, con el tiempo, pasado el entusiasmo desbocado y con una mejor comprensión del tema, este porcentaje disminuirá significativamente.
No basta con tener el talento, sino que éste debe estar en constante entrenamiento dada la evolución tan rápida de la IA. (Foto: tondone/iStock)
Varias son las causas de lo mencionado y tocaremos solo