El derrotero de las principales actividades industriales las ubica en el peor nivel de, al menos, los últimos 4 años. En lo que va del 2025 se confirmó la tendencia contractiva de un sector que ya acumula un retroceso promedio del 10% frente al 2023 y al 2022. Las consecuencias no son menores: la pérdida de fuentes laborales industriales se vincula directamente con un empeoramiento de las condiciones de vida de la población al punto de que el único momento en el que coincidió una baja de la pobreza con una caída de la industria fue en la salida de la hiperinflación.
De esta manera, mientras la industria argentina fue en 2024 la que más cayó en todo el mundo, la ausencia de herramientas que modifiquen la estructura productiva en la actualidad pone en riesgo la supervivencia de activi