Carlos “Carli” Slepoy fue el mejor defensor en la historia de Lanús . Muchos lo recuerdan como un futbolista apasionado. Sin embargo, nunca integró equipos históricos que lograron ascensos, títulos nacionales o la Copa Sudamericana de 2013. Ni siquiera pasó por las inferiores. Se “retiró” a los 32 años luego de recibir un disparo en la columna por defender a unos chicos de un policía borracho que los golpeaba. Esa lesión, con el correr de los años, lo dejó en sillas de ruedas y provocó múltiples internaciones por infecciones .

Sin embargo, tiene un tótem con su rostro a metros del estadio por defender a víctimas de genocidios con un recurso que lo distinguió en el mundo entero: la justicia universal . Fue con esa "jugada maestra" que llevó ante la Justicia a represores de cuatro

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