El mes de septiembre dejó un nuevo capítulo en la disputa entre la dolarización y las inversiones en pesos. En los primeros días los bancos aumentaron con fuerza las tasas para los plazos fijos, anticipando un panorama de volatilidad que no tardaría en aparecer. Con las elecciones de Buenos Aires de por medio, los ahorristas tuvieron que decidir, una vez más, a dónde volcar sus ahorros para al menos empatarle a la inflación.
¿Quién ganó más? Para responder a esa pregunta, hay diferentes variables que analizar. Por un lado, se debe tener en cuenta que el Banco Nación, por citar un ejemplo, ofrecía una tasa nominal anual del 47% para los plazos fijos a comienzos de mes, lo que equivale a un rendimiento mensual del 3,86 por ciento . En términos prácticos, un ahorrista que destinó $1