Se estima que en el mundo hay cerca de 5 millones de especies de setas , aunque sólo se han descrito unas 120.000. Y dentro de ellas destacan las venenosas y, en casos extremos, las mortales.

La Amanita phalloides , conocida como « seta de la muerte», es la protagonista de uno de los envenenamientos más recientes en Australia. Con una dosis letal de amatoxinas de apenas 0,1-0,3 mg/kg, la ingesta de una sola seta puede ser mortal. Y eso es exactamente lo que ha sucedido, tres miembros de una misma familia fallecieron tras comer carne contaminada con este hongo.

Durante décadas, la Amanita phalloides ha sido responsable del 90% de las muertes por intoxicación con setas . Parece inofensiva y puede confundirse con especies comestibles, lo que la convierte en un enemigo silencioso.

Además, el peligro está en que se adapta y se expande . Hoy está presente en Norteamérica, Australia, Asia y Sudáfrica, colonizando nuevos territorios gracias al comercio de árboles y su habilidad para formar alianzas simbióticas con especies vegetales foráneas.

Así es la seta más mortal del mundo

La Amanita phalloides , también llamada oronja verde o cicuta verde, no destaca por su aspecto. Su sombrero, de entre 5 y 15 centímetros, suele ser verde oliva (brillante en seco, viscoso con humedad) y bajo él cuelga un anillo que recuerda a una falda. En la base, una volva membranosa envuelve su pie bulboso. Las láminas son blancas y numerosas.

Al principio desprende un olor suave que se vuelve desagradable con la madurez . Su sabor, curiosamente dulce, incrementa el riesgo de confusión con setas comestibles.

Crece en suelos de bosques mixtos , asociándose con encinas, pinos y eucaliptos. Esta relación simbiótica (ectomicorriza) le permite intercambiar nutrientes con los árboles y a cambio obtener carbohidratos. Así consigue colonizar territorios subterráneos y mantener a raya a competidores e invertebrados.

Cómo la Amanita phalloides ha colonizado medio mundo

La micóloga Anne Pringle demostró que este hongo es capaz de adaptarse a especies arbóreas ajenas a su entorno original . Esa flexibilidad le ha abierto las puertas de otros continentes.

La Amanita phalloides llegó a América del Norte oculta en las raíces de robles europeos y ha repetido la misma estrategia en Australia, Asia y Sudáfrica. Allí, su simbiosis con árboles exóticos como eucaliptos y pinos le ha permitido establecer colonias autosuficientes, sin necesidad de aparearse con otros individuos.

Su expansión no depende sólo de las esporas, sino también de la tierra y las raíces transportadas con árboles ornamentales y de repoblación. Cada plantación forestal de especies exóticas aumenta las probabilidades de que el hongo aparezca y se propague en nuevos ecosistemas.

¿Qué ocurre al comer una seta de la muerte?

Los primeros síntomas aparecen entre seis y doce horas después de haberla comido. Náuseas, vómitos, calambres abdominales, diarrea intensa. Es fácil pensar que se trata de una intoxicación leve, pero no. La persona afectada entra en una fase de aparente mejoría al día siguiente, justo cuando el hígado empieza a sufrir daños severos sin dar señales claras.

Dos o tres días más tarde, el cuadro empeora: aparece la insuficiencia hepática , falla el riñón, el azúcar en sangre se desploma y la sangre deja de coagular con normalidad. Si no se trata a tiempo, el desenlace puede ser el coma o incluso la muerte.

Si hay sospecha de haberla ingerido, lo único sensato es acudir de inmediato a urgencias. El tratamiento incluye carbón activado, suero intravenoso, estabilización de la glucosa y, en los casos más críticos, un trasplante de hígado . Hoy, con intervención rápida, la mayoría sobrevive. Pero el margen de tiempo es muy estrecho, y ahí está el peligro.