En 2024, los océanos del planeta registraron una temperatura promedio global sin precedentes de 21 grados centígrados, un récord que enciende las alarmas de la comunidad científica. Este aumento, aunque pueda parecer pequeño, representa un cambio drástico en el equilibrio climático y en la vida marina.
El incremento de la temperatura oceánica está vinculado al calentamiento global y a fenómenos climáticos extremos que intensifican olas de calor marinas, afectan los arrecifes de coral y alteran los ecosistemas costeros. Además, el calentamiento de los océanos contribuye a la pérdida de oxígeno en el agua y a la migración forzada de especies, generando desequilibrios en la cadena alimentaria.
Expertos advierten que estas variaciones no solo impactan la biodiversidad, sino que también influ