El partido ANO, liderado por el ex primer ministro Andrej Babis, lidera las encuestas y podría formar una coalición euroescéptica y pro-Rusia
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Los votantes de República Checa acuden a las urnas el 3 y el 4 de octubre para unas elecciones parlamentarias que los protagonistas y analistas caracterizan como cruciales. La mayoría resultante podría generar enfrentamientos con la Unión Europea en temas que van desde las políticas de inmigración hasta las de cambio climático.
La votación es seguida con gran interés desde Bruselas. La Unión Europea contempla con nerviosismo la posibilidad de tener en Europa Central a un tercer agitador antieuropeísta, junto con Hungría y Eslovaquia, con las posibles implicaciones que eso tendría para el apoyo del bloque a Ucrania.
¿Qué está pasando y por qué es importante?
Andrej Babis (casi) ha vuelto. Cuatro años después de ser derrotado ante una coalición de difícil gestión formada para luchar contra él, el partido Acción de Ciudadanos Insatisfechos del multimillonario y ex primer ministro conocido como el ‘Trump checo’ parece tener asegurado el primer puesto.
El partido ANO, por las siglas en checo del partido de Babis (la palabra significa ‘sí’ en checo) forma parte del grupo de nacionalistas Patriotas por Europa liderado por Viktor Orbán. El partido mantiene una ventaja de 10 puntos sobre la coalición de centroderecha Spolu [Juntos], liderada por el actual primer ministro Petr Fiala. Tras ganar las elecciones regionales y las europeas en 2024, ANO va camino de obtener alrededor del 30% de los votos en los comicios.
No está previsto que ningún partido obtenga la mayoría en la cámara baja del Parlamento, compuesta por un total de 200 escaños. Si ANO termina en primer lugar, tendrá que iniciar negociaciones de coalición con varios partidos menores en busca del respaldo necesario para formar gobierno.
No está garantizado que lo consiga. Pero si lo logra, tendrá que responder a las importantes exigencias políticas de partidos como el antieuropeísta y prorruso Libertad y Democracia Directa (SPD), el partido Stačilo! [¡Basta!], o la formación emergente en defensa de los automovilistas (y de corte ultra) ‘Motoristé sobě’.
¿Quiénes compiten y qué prometen?
El multimillonario del sector agroindustrial Babis (71) fundó ANO en 2011 como un movimiento centrista y proeuropeo, pero desde entonces lo ha ido transformando en un partido populista, antiinmigración y euroescéptico. Entre sus promesas figuran ponerle un tope a los precios de la energía, reducir la edad de jubilación, y recortar los impuestos a las personas y a las empresas.
Babis también ha prometido luchar contra la agenda verde de la UE y su pacto migratorio, mostrando disposición a aliarse con partidos que rechazan mantener las ayudas a Ucrania. Quiere poner fin a la “iniciativa checa” de suministrar a Ucrania munición de artillería financiada por Occidente.
Desde que en 2021 reemplazó al Gobierno de Babis, la alianza tripartita Spolu de Petr Fiala ha reducido el déficit público checo del 5% al 2% del PIB. Spolu dice que las promesas de ANO llevarán al país a una espiral de deuda. Ellos prometen sanear las cuentas públicas, reducir la deuda y modernizar las fuerzas armadas.
La formación liberal, centrista, y proeuropea Alcaldes e Independientes (STAN) forma parte de la actual coalición de gobierno. En su programa incluye entrar en el euro, igual que el partido liberal y centrista Piratas, que formaba parte del Gobierno hasta el año pasado.
En la extrema izquierda, el partido Stačilo! (¡Basta!) es afín a Moscú y antiestablishment. Promete referéndums sobre la salida de la UE y la OTAN, así como la nacionalización de industrias clave. Entre sus miembros fundadores figuran el otrora poderoso Partido Socialdemócrata y el único Partido Comunista de Europa Central que nunca ha sido reformado.
En la extrema derecha, Libertad y Democracia Directa (SPD) ha absorbido a tres partidos de derecha radical de menor tamaño. Es antiinmigración, contrario a la OTAN y a la UE, y rechaza la ayuda a Ucrania. Motoristé sobě (Automovilistas por Sí Mismos) está en contra de las políticas medioambientales y exige una reducción del coste de la vida.
¿Cuáles son los grandes problemas?
La grave crisis inflacionaria ha contribuido al profundo descontento que hay con el primer ministro Fiala: solo un 15% de los checos se declara satisfecho con la actual situación política. Según una encuesta de 2024, menos de la mitad se siente mejor que antes de la Revolución de Terciopelo de 1989, cuando los manifestantes derrocaron al régimen comunista en la entonces Checoslovaquia.
La seguridad energética y el coste energético siguen figurando entre las principales preocupaciones, pero la mayoría de los analistas cree que mucha gente votará con la cartera. El Gobierno se percibe como desconectado de los problemas de la ciudadanía, más interesado en aumentar los ingresos de los políticos que en mantener a la inflación bajo control.
Hasta ahora, los intentos de Fiala por reducir daños se han limitado a recordar a los votantes la amenaza que una coalición liderada por ANO representa para la democracia checa, el Estado de derecho y la tradicional alineación del país con las corrientes proeuropeas.
¿Cómo funciona el sistema electoral?
Los escaños en el parlamento se asignan por circunscripción de forma proporcional. Cada partido debe superar un umbral electoral del 5% de los votos nacionales. En el caso de coaliciones formadas por dos partidos, el mínimo necesario es del 8%. Los grupos de tres o más partidos tienen que superar el umbral del 11% de los votos.
Se han inscrito un total de 28 partidos para participar en las elecciones. Excepcionalmente, la votación en República Checa se celebra durante dos días, el viernes y el sábado por la mañana. Se espera que los resultados casi completos estén disponibles a última hora de la tarde del sábado.
¿Qué sugieren las encuestas y cuáles son los resultados posibles?
En las encuestas, ANO obtiene algo más del 30% de los votos; Spolu, la alianza de centroderecha, actualmente en el Gobierno, logra el 21%; y el partido de extrema derecha SPD, un 12%. El partido proeuropeo Stan y los Piratas obtienen respectivamente el 11% y el 9%; Stačilo!, el 7%; y la formación de extrema derecha Motoristé sobě algo más del 5%.
En las elecciones parlamentarias de octubre de 2021, ANO obtuvo más escaños que ningún otro partido aunque perdió el voto popular (por poco) y fue desplazado por los partidos de la oposición. Los tres partidos que forman la alianza Spolu, igual que el partido Stan y que el partido Piratas, han dicho que en esta ocasión tampoco colaborarán con ANO, Stačilo! o el SPD.
Para complicar un poco más las cosas, el presidente de República Checa, Petr Pavel, ha dicho que se reserva el derecho de negarse a nombrar ministros que defiendan la salida de la UE o de la OTAN, y que tampoco nombrará a diputados de extrema izquierda o de extrema derecha en puestos del gabinete relacionados con la seguridad o los asuntos exteriores.
La coalición Spolu-Stan-Piratas podría volver a formarse, dicen los analistas, si los partidos implicados obtienen suficientes escaños. Una coalición formal liderada por ANO podría ser mucho más difícil de formar y de mantener porque tendría que incluir a la extrema derecha, a la extrema izquierda, o a las dos.
No se sabe qué concesiones estará dispuesto a hacer Babis a los socios de coalición, o a los que le den un apoyo puntual para formar gobierno. Se cree que es partidario de un gobierno en minoría con ANO como único partido, respaldado en el parlamento por Stačilo!, SPD o los dos, además de por Motoristé sobě, si supera el umbral del 5%. Ninguno de los escenarios que involucran a ANO parece demasiado estable.
Traducción de Francisco de Zárate.