En un predio conocido como La Gallera, al este de Tijuana, una cruz solitaria se alza sobre dos fosas que ocultan una de las tragedias más atroces de la violencia del narcotráfico en México: los restos disueltos en ácido de al menos 700 personas que podrían ser exhumados en 2026 si las condiciones químicas lo permiten.

El lugar, que entre 2006 y 2009 operó como centro de exterminio del Cártel de los Arellano Félix (CAF), fue utilizado por Santiago Meza López , alias “El Pozolero” , para desaparecer cuerpos mediante el uso de sosa cáustica. En su momento, Meza confesó haber “cocinado” a más de 300 personas, aunque los colectivos de búsqueda creen que la cifra supera las 750.

El motivo por el cual las fosas permanecen selladas responde a un proceso químico complejo. De acuerdo con

See Full Page