
Con la llegada del frío, el riesgo de resfriados y gripe aumenta. Cada año, la pregunta se repite: ¿qué vitaminas pueden ayudarnos a reforzar el sistema inmunitario y pasar un invierno más saludable? Aunque no existe un «escudo mágico» contra la gripe —pues la vacunación sigue siendo la mejor forma de prevención—, la evidencia científica respalda que una alimentación rica en ciertos nutrientes puede marcar la diferencia.
El último invierno en España registró una incidencia gripal notable , con cifras que llaman la atención. En la segunda semana de 2025 se reportaron 1.541 hospitalizaciones graves por gripe y 157 fallecimientos , mientras que la tasa de incidencia alcanzaba los 248,4 casos por cada 100.000 habitantes. En esas mismas fechas, el virus A fue el dominante en más del 99 % de los casos notificados, destacando A(H3N2) como la cepa prevalente . Estas cifras confirman que la gripe no solo circula ampliamente, sino que provoca una carga significativa para los sistemas sanitarios , especialmente en los grupos más vulnerables.
Vitamina C, el clásico de la inmunidad
La vitamina C es probablemente la más conocida cuando se habla de prevenir resfriados. Presente en cítricos como la naranja, el kiwi o el limón , así como en verduras como el pimiento rojo y el brócoli, contribuye a la producción de glóbulos blancos y fortalece las defensas. Los estudios científicos muestran que no evita la gripe de forma directa, pero sí puede reducir la duración y la intensidad de los síntomas.
Vitamina D, la gran olvidada del invierno
La vitamina D se ha convertido en la gran protagonista en los últimos años. El cuerpo la sintetiza a través de la exposición solar, algo que disminuye drásticamente en invierno. La deficiencia de vitamina D se asocia con un mayor riesgo de infecciones respiratorias, y varios trabajos apuntan a que mantener niveles adecuados ayuda a disminuir la incidencia de gripes y resfriados. Fuentes naturales de vitamina D son el pescado azul, los huevos y los lácteos fortificados, aunque en muchos casos se recomienda la suplementación supervisada por un profesional sanitario.
Zinc y vitamina A: aliados menos conocidos
El zinc es un mineral que favorece la correcta función del sistema inmunitario. Se encuentra en carnes magras, mariscos y legumbres . Tomado al inicio de los síntomas, puede acortar el resfriado.
Por su parte, la vitamina A, presente en alimentos como zanahorias, batata o hígado, es fundamental para mantener las mucosas en buen estado, lo que actúa como primera barrera contra los virus.
Un sistema inmunitario no depende sólo de las vitaminas
Los especialistas subrayan que ningún suplemento sustituye a la vacuna contra la gripe ni a los hábitos de vida saludables. Para pasar un invierno con menos infecciones, además de cuidar la dieta, se recomienda:
- Mantener una alimentación equilibrada rica en frutas y verduras.
- Dormir entre 7 y 8 horas diarias.
- Practicar actividad física moderada con regularidad.
- Reducir el estrés, que debilita las defensas.
- Lavarse las manos con frecuencia y ventilar los espacios cerrados.
La vitamina C ayuda a reducir síntomas y la vitamina D es clave en la prevención de infecciones invernales, lo más efectivo es una combinación de nutrientes, acompañada de hábitos saludables y la vacunación anual contra la gripe.