Madrid

Millones de personas acudirán este viernes y sábado a las urnas en República Checa para asistir a una cita electoral en la que el exprimer ministro Andrej Babis, populista, parte como favorito para hacerse con la victoria a pesar de las duras críticas vertidas por parte de sus rivales políticos, que alertan de que esto podría allanar la senda hacia un acercamiento con Rusia.

Babis es un adicto al trabajo que transmite una imagen de sensatez, con modales sin pulir, multimillonario, exprimer ministro comunista, admirador del trumpismo y adorador de Viktor Orbán. Ha sido denunciado en múltiples ocasiones por mezclar su carrera política con intereses comerciales.

Después de cuatro años en la oposición, Andrej Babiš, de 71 años, el séptimo hombre más rico de la República Checa con un

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