El periplo de Israel Laura comenzó en Barcelona. Llevado por su familia estudió cocina y trabajó en distintos restaurantes de Cataluña y el País Vasco, incluido algunos con estrellas Michelin. Al regresar a Lima, fue recibido en La Eñe como chef ejecutivo , donde se dio a conocer con una propuesta de cocina tradicional que apostaba por buenos arroces y croquetas. Después abrió Chala, un restaurante de autor ubicado debajo del Puente de los Suspiros, donde desplegó su creatividad sin dejar de lado su esencia mediterránea.
La carta incluye platos como el arroz al wok o las conchas al miso.
La vida lo llevó a diferentes proyectos. Primero, el restaurante 550 —espacio que abrió en lo que fue la casa de su madre— y luego Kañete, una propuesta peruano contemporánea. En ambos dejó claro