España y otros países occidentales pueden estar a punto de cometer un error de gran magnitud. Si persisten en la idea de hacer de la inmigración el gran argumento electoral, los gobiernos que salgan de las elecciones se encontrarán al día siguiente presos de un mandato democrático por su origen, pero conflictivo por su ejecución. Si gana la extrema derecha, puede provocar una crisis humanitaria de imprevisibles dimensiones. Si gana la moderación y la tolerancia con la entrada masiva de extranjeros, puede provocar la explosión de sentimientos racistas que parecen resucitar con visibles tentaciones de violencia.

Hay razones para justificar la sensibilidad social ante el hecho migratorio. Según datos oficiales del 2023, tenemos más porcentaje de inmigrantes (12,9%) que Francia (12,3%) o Ital

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