El presidente Donald Trump ha aprovechado el cierre del gobierno federal como una oportunidad para remodelar la fuerza laboral federal y castigar a quienes considera detractores, amenazando con despidos masivos y sugiriendo recortes “irreversibles” a programas importantes para los demócratas.
A diferencia de los cierres previos, donde los empleados suelen ser puestos en licencia temporal, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, afirmó que los despidos son “inminentes”. Además, la Oficina de Gestión y Presupuesto (OMB, por sus siglas en inglés) anunció la suspensión de aproximadamente $18 mil millones destinados a proyectos de infraestructura en Nueva York, incluyendo el metro y el túnel Hudson, en las ciudades de los líderes demócratas del Congreso.
Trump ha elogiado