Envuelto en el humo de los cigarrillos que enciende y apaga, uno tras otro, espera Paco Ignacio Taibo II en una de las oficinas de la Librería del Fondo, en Palermo. En su remera negra se lee: “No me rindo” . El sol entra fuerte por las ventanas abiertas que buscan disipar el olor a cigarrillo, ese que ya es un sello de Paco.

Paco Ignacio Taibo II en Buenos Aires. Foto: Guillermo Rodríguez Adami.

No hay quien no cuente que, en los encuentros con el escritor nacido en España, pero criado desde niño en México , siempre hay un cenicero repleto de colillas, un encendedor, un paquete ya estrujado, otro por abrir y una Coca Cola. Dice antes de comenzar la charla que la semana pasada se dio un fuerte golpe en el coxis, el que ahora se resintió durante su vuelo a Buenos Aires . L

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