Sean “Diddy” Combs, el magnate de la música cuyo imperio abarcó desde Bad Boy Records hasta la marca de vodka Cîroc, enfrenta este viernes su sentencia definitiva por dos cargos de transporte con fines de prostitución bajo la Ley Mann , un estatuto federal centenario que prohíbe llevar personas a través de fronteras estatales para actividades sexuales ilícitas.

El jurado lo absolvió en julio de los cargos más graves —conspiración para el crimen organizado y tráfico sexual —, pero la fiscalía insiste en que cumpla al menos 11 años de prisión . Sus abogados, en cambio, argumentan que ya ha pagado suficiente tras un año en el centro de detención de Brooklyn, donde según ellos ha logrado “una sobriedad y reflexión imposibles en libertad” .

Testimonios clave: Durante el juici

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